lunes, 30 de julio de 2012

Exclusión social en prisión III

LOS PACIENTES MENTALES EN PRISIÓN.
Siguiendo a Sánchez Bursón (2001), La incorporación de pacientes mentales en las prisiones se debe “en gran parte …, al no existir centros asistenciales para proporcionar asistencia a estos enfermos, con las consiguientes repercusiones mentales en los mismos”3. The Schizophrenia Association of Great Britain en1994, establece que la falta de asistencia de los enfermos mentales que se está produciendo actualmente, se está notando de manera alarmante ya que:
- La calle esta llenándose de enfermos mentales sin ningún tipo de tratamiento.
- Las familias están atendiendo más a los enfermos de este tipo que los propios hospitales.
- Aumenta las cifras de ingresos de este tipo de enfermos en prisión.
Entre los enfermos mentales que se encuentran en prisión, aparte de los enfermos mentales crónicos que les incapacita o invalida, hay que tener en cuenta a los deficientes psíquicos y aquellos que padecen enfermedades mentales ocasionales.
Características del enfermo mental en prisión
Refiriéndonos al enfermo mental crónico hay que tener en cuenta que suelen tener entre 25 y 40 años, teniendo un nivel cultural muy bajo , suelen ser analfabetos, sin recursos económicos y sin formación profesional. La mayoría de ellos carecen de apoyo familiar y en muchos casos las familias llevan mucho tiempo soportando las dificultades de la convivencia con estas personas y cuando no han sido las víctimas de estos. 
¿Por qué ingresan los enfermos mentales en prisión?
Sánchez Bursón establece en su artículo (2001) , varias causas que determinan el ingreso de este tipo de enfermos en prisión entre ellos destacamos los siguientes:
- Durante el proceso penal la enfermedad mental no se percibe y no se contempla como uno de los factores de inimputabilidad de responsabilidad penal.
- Dado el bajo nivel económico de estos enfermos mentales crónicos, se les designa abogados de oficio y la defensa resulta difícil de preparar.
- Estos enfermos mentales aislados de sus familias, sin asistencia sanitaria que garantice la continuidad de los tratamientos los aboca hacia un mundo de marginalidad.
- La falta de interés hacia estos enfermos por parte de la sociedad civil, proporciona a éstos un clima de inseguridad jurídica y de desprotección efectiva de sus derechos constitucionales. 
 Atención sanitaria de los enfermos mentales en prisión.
Según Sánchez Bursón , recabando valoraciones de los propios responsables de los servicios médicos , la atención psiquiátrica que se realizan a estos enfermos es deficiente , dependiendo fundamentalmente del voluntarismo de estos profesionales; dependiendo también de las relaciones del responsable de los servicios médicos de la prisión y los responsables de los Equipos de Salud Mental de la administración civil, teniendo en cuenta la lista de espera y masificación que padecen algunos de estos.

En el ámbito de la asistencia sanitaria, se trata de controlar a estos enfermos en las propias enfermerías de los centros penitenciarios, ya que el nivel de aceptación en los hospitales de estos enfermos, es casi nulo y con frecuencia son rechazados por estos. Se produce un alto reingreso de estos enfermos en las prisiones, sobre todo en los casos difíciles y problemáticos, que carecen de apoyo familiar. El ingreso en prisión da lugar, en muchos casos a la primera intervención asistencial y ayuda a controlar las patologías psiquiátricas y les trae la atención médica y farmacológica. Se detecta y controla mejor una enfermedad mental dentro de prisión que fuera.
Condiciones de vida de los enfermos mentales crónicos.
Tal como establece Sánchez Bursón ,estos enfermos difícilmente serán clasificados en tercer grado de tratamiento penitenciario , ya que no tienen responsabilidad suficiente para ello y también suele ser difícil la concesión de permisos de salida. Al ser difícil de acoger por parte del seno de su familia y no haber otras alternativas esto lleva a que estos enfermos permanezcan en prisión más tiempo que los demás internos al no tener la posibilidad de los beneficios penitenciarios y la libertad condicional. También conviene destacar, que no salen de la enfermería en toda su condena , la mayoría de ellos, como consecuencia de ello, trae apatía y desmotivación; hay que tener en cuenta que las enfermerías están diseñadas para estancias cortas de tiempo. Estos reclusos son especialmente sensibles al sistema correccional y no aptos para beneficiarse de programas de reinserción social.
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Sea tenido en cuenta también para la realización de este articulo un informe elaborado por un grupo de facultativos de centros penitenciarios, que consta en el informe del Defensor del pueblo Andaluz de 1995.

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